domingo, 12 de mayo de 2013


                                                       eli D. Dragón

jueves, 2 de mayo de 2013

Cuestión de madurez

Me digo:

Cualquier persona que directa o indirectamente haga daño, perjudique o desprecie a mis hijos para hacerme sentir culpable, herirme o mostrarme su enfado quedará fuera de mi vida para siempre, sea quien sea.


Y va a ser así simplemente, porque a mi nunca me nacería hacer lo mismo hacia sus hijos y por lo tanto, esa persona es de distinta naturaleza a la mía.

Esa persona hace todo éso por no estar "drenada", es decir, por no ser capaz de centrifugar su mierda interna de tanto en tanto y la va esparciendo entonces indiscriminadamente hacia cualquier lado no teniendo miramientos, no teniendo a fin de cuentas corazón.

Quiero esa amargura bien lejos y caigo ahora en ello, porque son tiempos donde la frustración va a ir "in crescendo" y para aclarar mi mente frente a posibles peores tiempos.

Aunque la verdad es que no hay excusa ni la habrá para que un adulto caiga tan bajo.
 Se puede ser feliz, yo al menos lo intento día a día y ahora, pienso:

Y ¿Por qué no aplicar lo mismo a aquellos que intentan hacerme daño, sin más?
 Y entonces............comprendo    

                                                                                            Eli D. Dragón