miércoles, 27 de febrero de 2013

Una introducción y cuatro trozos de canción

Arcipreste de Hita
que el hambre no me quita,
no encuentro el tesoro
y en mil confines demoro.

Mas, ay del pobre usurero
que mire mi saca con recelo,
le ataré los pies de cualquier modo
y le empujaré al agua sin decoro.

Porque es tan grande mi dicha
que escribe una muy redicha
y bien seguro, cualquiera 
me tildaría de bicha.

                I
Gordolobo, perrolobo
terracota, macarrón.
Buenos días, mediodía
acaricia, tudor.
Pila vieja, cortinillas
canalillas, rico amor.
Apacigua, paragüero
mal agüero, socarrón.
Paradigma, mucha dicha
picha lisa, el fogón.
Arandela, trucha ducha
cucurucha y un jamón.

                    II
Paracuello, calimocho
pico pocho, regordón.
Comedida, perra vida
un buen día, revolcón. Castañuelas, mil lunares
en los bares, un mantón.
Atapuerca, pececillos
en los ríos, a montón.
Oleaje, malevaje
tango roto, el corazón. Cacharrería, madre mía
al pillaje, rigodón.  
Culpa mía, quita culpa
canta niña, sin perdón.

             III
Amalgama granada
de sábanas ensangradas.  
Despertar de pasares
engullidos en mil mares. Apariencia, poca ciencia
para acallar la conciencia.
Ninguneo, culebreo
de tanto meneo, me meo.  
Calabaza cacharra
de caras laceradas.
Angustia regustia
que te deja mustia.
Revolviendo monederos
nos sentimos como reos.
Visión nocturna, visión divina.
Amplificación que se turna.
Miraré hacia el mar
y me reiré sin parar.
Boca abierta para gritar 
y los desengaños soportar.
Boca abierta para cantar
y los males males ahuyentar.

             IV
Virutilla:
Salpicadura de la cultura, abotonadura que no dura.
Góticos juegos eróticos.
Las "delicatessen" que no cesen.
Mimosa quisquillosa,
rayadura caradura
de un limón sin olor.
Atraviesa la despensa
raudo y veloz,
el ratón más titiritero
a este lado del jergón.

    Eli D. Dragón

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